Para definir la estrategia de forma clara y concisa, el mejor instrumento es el Cuadro de Mando Integral. El Cuadro de Mando Integral o BSC (Balanced Scorecard) es un modelo de gestión que pone la estrategia en el centro de la organización y que, a partir de aquí­, enfoca la estrategia hacia las diferentes áreas que integran una empresa. Se trata de una herramienta que surge de la necesidad de mejorar la planificación, el control y la medición del rendimiento, y de la incapacidad de unir la estrategia a largo plazo con las actividades operativas de la organización. Nos permite definir la estrategia y hacia dónde queremos ir, traduciéndola en valor sostenible, es decir, traduciendo la visión de la empresa en términos financieros.

Cabe recordar que la visión es lo que la organización desea conseguir en el medio/largo plazo, siendo la base de la elaboración de la estrategia y de la determinación de los objetivos. Es el referente de actuación y el objetivo que debemos alcanzar, en torno al cual se realizarán los esfuerzos. De ahí­ la importancia de poder traducir la visión en términos financieros. A partir de esta traducción de la visión, comenzamos a construir la estrategia de arriba hacia abajo, para posteriormente trabajar la estrategia de abajo a arriba.

El BSC contempla las principales áreas de una organización: los resultados financieros, cómo me ven mis clientes y qué valor les aporto, cómo me muevo en el mercado, cómo llego a estos resultados a través de mis procesos internos y cómo mejoro éstos mediante la motivación, el aprendizaje de mis empleados, la tecnologí­a y el crecimiento de la organización. Considerar todos los aspectos de la organización en su conjunto facilita la toma de decisiones y por lo tanto el logro de los objetivos estratégicos.

Si entendemos que esto es así­, podremos entender a su vez que el resto de modelos de gestión (Gestión del Cambio, TQM, Lean Manufacturing, Gestión por Competencias, Gestión del Desempeño…), están bajo el paraguas de BSC, puesto que éstos se contemplan como herramientas de mejora de los procesos crí­ticos (Cadena de Valor) y de nuestra perspectiva de aprendizaje y crecimiento, ayudándonos a alcanzar los objetivos estratégicos establecidos en cada perspectiva.

Por lo tanto, el BSC es el marco estratégico que gestiona y da sentido al resto de modelos de gestión que podemos implementar en las organizaciones integrando todas las áreas de la organización, lo que facilita la toma de decisiones a los directivos y agiliza los procesos de transformación y cambio en las organizaciones.